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¡¡Hola!!

Ya estamos a mitad de agosto y como ya os dije hace unas semanas quiero haceros una reseña un poco más en profundidad del producto que más me haya gustado o más haya utilizado durante cada mes. Mi favorito de junio fueron los labiales Melted de Too Faced y en esta ocasión quiero hablaros de la crema bronceadora progresiva Gradual Tan de la firma ST. Tropez.

No soy una persona que utilice broceadores habitualmente porque hasta ahora me parecía que dejaban un efecto poco natural en la piel y prefiero estar blanca a parecer Naranjito. Además, al vivir en Valencia nunca he necesitado tirar de este tipo de productos ya que tengo bastante facilidad para ponerme morena y teniendo playa y piscina cerca me resultaba muy cómodo. Como ya sabéis, desde hace un par de años vivo en Madrid y aquí me resulta más difícil encontrar tiempo y sitio para disfrutar de los rayos de sol y por eso este año me he decidido.

El producto del que quiero hablaros hoy se trata de una crema hidratante corporal que a la vez que nos hidrata nos va dando un ligero toque bronceado que aumenta de manera progresiva aplicación tras aplicación.

¿Cómo funcionan los autobronceadores?

Los autobronceadores contienen una molécula llamada DHA (dihidroxiacetona) que al entrar en contacto con la capa más superficial de la piel, la epidermis, produce una reacción química de oxidación. Esa reacción provoca que se tiñan las células muertas de nuestro cuerpo que se descamarán de forma natural a los 2 o 3 días.

El agente bronceador de St. Tropez deriva de una fuente natural de DHA (fructosa) que combinada con otros ingredientes previene la aparición de ese odiado tono anaranjado que tanto miedo nos da.

Recuerda que para conseguir un bronceado uniforme debes exfoliar la piel al menos una vez a la semana, incluso en verano.

¿Cómo y cuando la utilizo?

Llevo utilizándola todo el verano para dar un toque de color a mi piel o para que el bronceado que he podido coger los tres días que he ido a la playa en Valencia me dure un poco más de tiempo. Yo utilizo el tono más oscuro pero para aquellas que seáis más blanquitas de piel todavía tenéis un tono más ligero.

Para poder conseguir un tono natural la utilizo dos o tres veces por semana en todo el cuerpo. No la utilizo en el rostro porque para él utilizo maquillaje y bronceadores en polvo que me encantan, pero para las que os gusta broncearos también el rostro podéis encontrar en la misma línea un producto similar específico para este uso.

No me gusta mezclarla con otros productos u otras cremas hidratantes porque la composición no es la misma y podemos, o bien no conseguir el efecto deseado, o provocar alguna alteración en nuestra piel si algún componente de los que mezclamos reacciona mal.

Me la aplico directamente con las manos como una hidratante normal y no he tenido ningún problema ni me ha teñido la palma de las manos.

Otra de las cosas que me gustan del producto es el olor. No tiene un olor pesado como la mayoría de los bronceadores y hasta diría que huele bien gracias a Aromagard, su fragancia tecnológica innovadora.

¿Dónde podéis encontrarla?

La podéis encontrar en algunos centros de estética como The Lab Room o en El Corte Inglés por un precio de unos 20 euros (lo sé es un poco cara :(). El envase es de 200ml y después de investigar otros productos similares de otras firmas es de los envases más grandes que he encontrado.

Yo estoy encantada y creo que voy a prolongar su uso hasta mediados del otoño. Aunque es verdad que como crema hidratante se queda un poco corta porque no es especialmente nutritiva, como autobronceadora es perfecta porque no es nada pesada y por el color tan bonito que deja en la piel.

¿Vosotras la habéis probado? ¿Cuál es vuestro bronceador favorito?

Por fin me voy unos días de vacaciones y no creo que tenga tiempo de actualizar el blog pero… ¡nos leemos pronto!

Un besazo,

Lucía

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