El auge de la cosmética «ecofriendly» es imparable desde hace unos años. Una mayor conciencia ecológica, el aumento de pieles atópicas y una mayor variedad de productos son solo algunas de las razones de este boom. Estamos más concienciados sobre qué es lo que ponemos en nuestro cuerpo. La piel es nuestro mayor órgano y hemos empezado a cuestionar el impacto de los ingredientes químicos en ella.
Cada día son más las personas que demandan cosméticos naturales, ecológicos o bio para cuidarse de una manera más respetuosa con su piel y con el medio ambiente. Celebrities como Miranda Kerr o Cameron Díaz son, en parte, responsables de esta moda con la publicación de libros, la creación de líneas cosméticas naturales y un estilo de vida saludable publicado constantemente en sus redes sociales. Pero, ¿qué quieren decir exactamente estos términos y en qué se diferencian de los productos cosméticos de toda la vida?
Si lo definimos en el sentido más estricto, la cosmética natural únicamente utiliza en su formulación ingredientes orgánicos o de cultivo biológico para librar a los productos de las sustancias químicas más agresivas. Si además de cosmética natural nos referimos a cosmética ecológica añadiremos que son productos que se basan en la utilización óptima de los recursos naturales a la hora de producirlos, es decir, además de cuidarnos, también cuidan del medio ambiente en todas las fases de su producción. Se trata de productos cuyas fórmulas no contienen siliconas ni parabenos y que utilizan fragancias fabricadas con ingredientes naturales.
Mas allá de esta primera definición que todavía no está aprobada por ningún organismo o regulación oficial, son muchas las ventajas que prometen este tipo de productos en los que no todo el mundo está de acuerdo. Como suele pasar con la mayoría de las modas, la polémica está servida.
Alta calidad y riqueza de activos es lo primero que predican las firmas que comercializan productos cosméticos ecológicos, naturales o bio. Pero además, tan importante como los ingredientes que integran la fórmula de un producto natural es lo que no contiene: colorantes, perfumes sintéticos y, por supuesto, conservantes artificiales.
Pero, ¿son más beneficiosas para la salud las cremas, geles y champús sin parabenos? ¿Qué ventaja tiene la cosmética ecológica frente a la convencional? ¿Tiene algo que ver el uso de sustancias químicas con alergias en la piel o sensibilizaciones? Algunos expertos discrepan asegurando que los cosméticos naturales no son del todo seguros frente a alergias y sensibilizaciones. Los ingredientes de origen natural son sustancias complejas, con múltiples componentes. En ocasiones, para conseguir los efectos beneficiosos de unos, se corre el riesgo de sufrir los efectos negativos de otros. Como suele decirse, en el equilibrio está la verdadera virtud. No todos los conservantes artificiales son malos. Siempre que se encuentren en las cantidades estipuladas pueden cumplir una importante función.
Los beneficios de la cosmética ecológica van más allá de los cuidados de la piel, ya que cada vez son más firmas las que ponen en marcha programas con los que apoyan a los productores locales de las materias primas que utilizan.
Para confirmar la veracidad del origen orgánico de la cosmética ecológica, esta debe llevar sellos y certificados que lo acrediten. Aunque todavía no existe un organismo oficial que regule qué cosméticos son ecológicos o naturales y cuales no, sí existen una gran cantidad de asociaciones (algunas más estrictas y sin ánimo de lucro que otras) que se encargan de regular este tipo de productos. En el mercado español, los cosméticos acreditados por los organismos Ecocert o Cosmebio son los más habituales.
A continuación os dejo una lista de cosméticos respetuosos con nuestra piel y el medio ambiente, nombres que seguramente irán cogiendo más fuerza en los próximos años.
1.- Hialucic: se trata de un cosmético basado en el ácido hialurónico puro sin agua ni aceites en su composición, lo que lo hace perfecto para todo tipo de pieles. Una de sus principales características es que al no contener agua, su contaminación se hace prácticamente imposible, por lo que no necesita ningún tipo de parabenos.
2. Origins: es una marca de cosmética ecológica nacida en los años 90 de la mano de la famosa multinacional Estée Lauder. Utiliza las plantas terapéuticas de la más alta calidad certificadas por todo el mundo.
3. La Biosthetique: tras años de intensa investigación, los científicos de esta marca han desarrollado un concepto de belleza exclusivo y natural que responde a las exigencias de un nuevo tipo de consumidores en constante crecimiento: los LOHAS (Lifestyle os Health and Sustainability).
4. Alqvuimia: con más de 30 años de experiencia en el sector de la cosmética natural, Alqvuimia es una de las firmas pioneras en nuestro país.
Hasta la semana que viene.
Un beso muy verde a tod@s,
Lucía
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